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viernes, 30 de agosto de 2013

Entrevista a dos actrices de "Esgarabal" - Parte 1: la obra


Esta es la transcripción de una entrevista que mantuve con dos de las integrantes del nuevo proyecto musical de Ricky Pashkus y Gaby Goldman, con dirección de Leandro Bassano: Esgarabal. Las actrices Camila Martin (18 años) y Ailén Kazakevich (16) debutan en el teatro comercial, y expresaron todo su entusiasmo por el proyecto en una charla muy divertida. Como la nota fue extensa, decidí dividirla en dos partes (por suerte en un blog se puede hacer esto, mientras que un diario habría seguir editando): una con las preguntas que tienen que ver con la obra y otra con lo referido al teatro musical en general. Quiero agradecerles a las chicas por su buena predisposición, y a Leandro Bassano por hacer posible esta entrevista.


Esgarabal se presentará los sábados de septiembre, a las 16 hs., en el Centro Cultural Borges (Viamonte 525). Las entradas van desde los $60 hasta los $80, y se pueden conseguir en el teatro o en http://www.plateanet.com/Obras/esgarabal.


E.C.M.: ¿Qué es eso de tener “un mambo propio”, que es uno de los slogans de Esgarabal?
Cami: El mambo propio serían las diferentes energías de cada uno. Esos mambos se van juntando y se hacen uno, que hace que Esgarabal sea una especie de locura.
Ailu: Cada uno de nosotros tiene una característica, y cuando nos juntamos todos se genera “una sensación distinta” (el otro slogan de la obra). Todos somos diferentes, pero unidos podemos hacer algo más grande.
Cami: Claro, es el conjunto de las energías de cada uno. Por ejemplo, yo ya soy un mambo, y mi mambo propio es jugármela en la profesión, entrenar, estar a mil por hora todo el tiempo, y eso después ponerlo en la obra.

E.C.M: ¿Cómo compusieron a los personajes? ¿Tienen mucho de ustedes? Sé que mantienen sus nombres.
Ailu: Nosotros empezamos a jugar con los personajes desde lo nuestro. No fue que dijimos “quiero ser esa” de entrada. Somos nosotros, y a muchos nos cuesta decir “yo soy así”, porque es difícil reconocerlo. Llevamos nuestras características al extremo para que se entienda mejor. Uno adentro tiene un montón de cosas, y en la vida no anda transmitiendo todo. En el escenario, en cambio, se puede mostrar todo lo que uno es.
Cami: Es extremar lo que socialmente no está tan bien visto.

E.C.M.: ¿Cual es tu mambo propio, Ailu?
Ailu: Para mí, tiene que ver con que no paro un segundo, voy al colegio, y enseguida voy a ensayar… También, hay algo mío que es bastante oscuro.
Cami: Sos selectiva.
Ailu: Sí. Me puedo reír de todo, pero también puedo enojarme y no hablarte más. Yo creo que son las dos cosas. Uno es el mambo de no parar un minuto, aunque estoy en un grupo donde somos todos así. Nos juntamos a ensayar y pasamos de una cosa a la otra. Y el otro es lo relacionado con mi persona: tal vez socialmente todo es una sonrisa pero adentro te quiero matar, ¿entendés?
Cami: Cabe destacar que igualmente es una compañía donde la mayoría son adolescentes, y es una etapa donde también todo es un mambo, así que no todo se puede describir al 100%. Por ejemplo, yo tengo 18, y Ailu tiene 16, y la mayoría ronda esa edad. Después está Triana, que tiene 13. Entonces, vos le podés preguntar a Triana “¿Cuál es tu mambo propio?”, y es totalmente distinto al que puedo llegar a tener yo. Esas son las diferentes energías que se ven. Al ser una compañía juvenil, el quilombo, la excitación, la ansiedad y la adrenalina están siempre presentes.
Ailu: Y la energía adolescente que uno siempre busca a esta edad.
Cami: Frescura.

E.C.M.: ¿Vos vas a la universidad, Cami?
Cami: Sí, estudio, aparte de comedia musical, en una facultad para ingresar a la carrera de locución.

E.C.M.: ¿Cómo compatibilizan el estudio con el trabajo en la obra?
Cami: Para mí, todo lleva más o menos al mismo lugar. Yo creo que el objetivo principal que tiene un locutor es transmitir. Para el artista, lo mismo. Estudio estas dos carreras porque siento que necesito expresarme, comunicar, dar a entender y poder expresar lo que siento. A lo mejor me cuesta hablarlo o no, pero siento que de esa forma me libero mucho más. Digamos que mis facetas están bastante ligadas; son del mismo ambiente. Trato de hacerme un lugar para todo, porque curso a la mañana y ahora voy a cursar a la noche para no perderme las clases. Pero estamos a full, de domingo a domingo, y sin feriados.
Ailu: Yo no estoy todavía estudiando una carrera. Voy al colegio, donde tengo la careta de la vida social, en la que no tenés que transmitir nada. Uno no puede entrar al colegio con la locura con la que entra al estudio de danza. Yo entro al estudio de danza y me libero. Parece como cuando sueltan a las vacas, que van corriendo. En el colegio tengo que mostrarme más tranquila, si bien no soy de las que estudian.
Cami: Uno tiene que seguir una línea. No como una falsedad, pero para pertenecer a un grupo. Los temas de conversación que podemos llegar a tener nosotros, no los podés tirar en un lugar que es nada que ver.
Ailu: Aparte, vivimos en una sociedad (va a ser raro lo que voy a decir), y uno se tiene que adaptar a las personas que están alrededor. Por eso, a mí me encanta la Sociología, para ver cómo las personas se fueron adaptando, y me gustaría poder pasar eso al escenario.

E.C.M.: En musicales como All That Jazz y Calle 42 se ve a los artistas sufriendo en los ensayos. ¿Esto es así en su compañía?
Ailu: Y, últimamente… (Risas)
Cami: Nunca la pasamos mal, pero sí es difícil, porque al ser muchos adolescentes es un quilombo, y hay que tener límites. Y los más grandes también nos sumamos.
Ailu: Aparte no hay mucha diferencia de edades.
Cami: Ensayamos a full sábado, domingo y lunes. Sábado y domingo a la mañana.
Ailu: O sea, ninguno sale, y eso que somos adolescentes.
Cami: Digamos que te tiene que gustar, porque es un sacrificio. Para llegar este fin de semana al Borges a las 9 a.m. me tengo que levantar a las 6 a.m., porque vivo a dos horas de viaje y soy relenta una vez que me levanto. No tenemos feriados, no salimos los viernes, ni los sábados, ni los domingos. Y en los ensayos, a veces nos retan.
Ailu: Hay mucho que no paran de hacer chistes.
Cami: Aparte el espectáculo tiene que salir bien, y está en juego el nombre de un montón de personas del ambiente.

E.C.M.: Por supuesto. No es una muestra.
Cami: Claro, si en una muestra vos tocás el charango mal, tus papá te van a aplaudir igual, pero acá es otra cosa. Tenemos un público que no nos conoce, y pesa la responsabilidad de saber que, si uno lo hace mal, no lo van a ir a ver o va a quedar mal o se va a dedicar a otra cosa.
Ailu: El director [Leandro Bassano] siempre puso límites cuando los tenía que poner, y también supo dejar momentos para dispersarnos y crear, porque estamos creando todo el tiempo. Aunque, sí, en estos últimos momentos estamos todos casi llorando en los ensayos.
Cami: Ansiosos.
Ailu: Pero lloramos por la locura de la perfección, diciendo “¡No puedo creer que esto no me salga!”.
Cami: Nos tocó trabajar con coreógrafos invitados muy profesionales, y tenés que poner cara de que te las sabés todas. Por ejemplo, no puedo estar jodiendo con  el tiempo de Mariano Botindari.
Ailu: Además, viene a darnos una mano.
Cami: Creo que no se les pagó, son amigos del equipo creativo, igual que Milagros Michael, Diego Hodara, Lucila De Stéfano. ¡Y el maestro Gaby Goldman! Vino a un montón de ensayos y es la palabra suprema: es SU música.

E.C.M.: Entonces ustedes están haciendo un workshop, adecuando el material y explorándolo.
Cami: Sí, totalmente. El Esgarabal de 2013 es una versión siglo XXI. No tiene nada que ver con el original. Hasta la música tiene arreglos nuevos que Gaby adecuó para nosotros. Leandro [Bassano, el director] lo modificó todo. Originalmente, “Esgarabal” se hizo en la materia “Composición coreográfica” del IUNA, así que fue casi una excusa, y se le dio la mayor importancia a la danza. El vestuario era muy negro…
Ailu: Salvo dos o tres, eran bailarines que cantaban. Lo que se trató de hacer en la nueva versión fue buscar quienes tienen más facilidad para el canto y quiénes para el baile, y complementarlos.
Cami: Aparte, al hacerlo con un elenco más joven, se le da otro sentido a las temáticas que se tocan. A la altura a la que estamos, no diría que son fuertes, pero se trata, por ejemplo, la temática del gay y el prejuicio de que las bailarinas son todas putas. No es un infantil.
Ailu: Pero está bueno porque transmitimos lo que nos pasa.

E.C.M.: Además, me imagino que buscan la comprensión de los padres que asistan, como pasó en su momento con Despertar de Primavera.
Ailu: Totalmente. Hay muchos varones que tratan de mostrar que esto es lo que les gusta y no jugar a la pelota.
Cami: Es difícil decirle a tu papá que querés estudiar arte. Depende de vos que te lo tomes en serio. Yo en la secundaria era recontra traga. Era abanderada y me enojaba cuando me sacaba 7. Vos esperás que se siga una línea, y que una persona con ese rendimiento estudie una carrera universitaria: medicina, abogacía… Por suerte mis papás siempre me apoyaron. Paralelamente, al gustarme la locución, yo sentía que tenía que seguir con eso, que es una carrera terciaria. Pero es muy difícil trabajar en este medio. Uno de los temas de la obra es la competencia, y la mirada del otro.
Ailu: En realidad, eso te pasa en todos los ámbitos. Uno siempre quiere conseguir el trabajo.

E.C.M.: Teniendo coreógrafos tan importantes, me imagino que el baile no estará puesto al azar dentro de la historia, y que aparecerá con sutilezas. Para mí, el musical que mejor integró el baile a la historia fue Amor sin Barreras (West Side Story), frente a muchos otros donde los bailes eran arbitrarios. ¿Ustedes también tratan de expresarse con el cuerpo al bailar?
Ailu: No hay parte de la obra que no tenga música, prácticamente. Hasta el texto tiene música de fondo. Bailar es siempre una excusa. Hay veces que estamos parados y no te vas a dar cuenta de cuándo cantamos, cuándo bailamos y cuándo actuamos. Y transmitimos con la coreografía.
Cami: La obra tiene un símbolo [que se puede ver en la foto que acompaña a esta nota], que es parte de una coreo, y el paso expresa lo que es Esgarabal. Quiere decir: “Tomá todo. ¿Qué más querés?”. La entrega viene directo del corazón, aunque parezca que es el símbolo de una secta. (Risas) La letra va acompañada de la coreografía. Es, además, una obra muy comprometida vocalmente. Es todo cantado a voces. Hay coritos, vocecitas, contracantos… de todo.

E.C.M.: ¿Vocalizan y elongan con rigurosidad en los ensayos?
Cami: Cada uno tiene que llegar vocalizado al ensayo.
Ailu: Y elongado, también. Para no perder una hora.

E.C.M: ¿Cómo fue el proceso de audiciones?
Ailu: Nosotras fuimos alumnas de Leandro Bassano, el año pasado, en el estrudio de Ricky [Pashkus]. Hicimos una muestra muy chica, y se vio una energía especial, y ahí Leandro dijo que quería hacer algo con nosotros.
Cami: Siempre estuvo en los planes armar una compañía, pero implica un gasto muy grande.
Ailu: Era difícil. Es más, es el debut de Leandro y de Fernanda Martínez, la directora vocal. Y apareció Ricky, que nos sostuvo para hacer la compañía. Además, hubo que ver el tema legal por los ensayos, porque somos menores.

E.C.M.: Aparte, el elenco es numeroso: 19 actores.
Cami: Seis de nosotros ya estábamos preseleccionados, y un día se hizo la audición con 168 personas.
Ailu: Y había tanto talento y tanta “hambre”, como nosotros llamamos, que se amplió el elenco (iban a ser sólo 15 integrantes, en un principio).

E.C.M.: ¿Tienen alguna anécdota que muestre la locura de los ensayos?
Ailu: En uno quiso entrar Graciela Alfano. Dijo “Yo soy Graciela Alfano”, pero le tuvieron que decir que era un ensayo. Otra locura es que entramos todos gritando y, como no podemos salir a la noche (eso sí, llegamos todos media hora antes), ponemos reggaeton y las luces de colores a las 10 a.m.
Cami: Tenemos frases locas, como “Acá nadie gusta de nadie” (de Leandro Bassano) y nuestra coach vocal nos tira los “Fer tips”: pautas con cosas de la vida cotidiana.

E.C.M.: ¿Por ejemplo, cuál sería un “Fer tip”?
Ailu: “Si la tenés que remar en dulce de leche, que los palitos sean de plástico. Si son de madera, absorben el dulce de leche y te hundís”. Otra de sus frases es “Chicos, estudien o no llegamos ni en moto”.

E.C.M.: ¿Qué es “Esgarabal”? ¿Un idioma inventado?
Cami: Cuando nosotros le preguntamos qué quería decir a Ricky, dijo “Es Chorus Line, es Chorus Line, Esgarabal”. Es su imaginario de lo que vendría a ser A Chorus Line.
Ailu: Exacto, llevado a lo argentino.
Cami: En Esgarabal también se transita el ensayo y el estreno, mientras que A Chorus Line se queda en el casting. Pero sí, Esgarabal es un idioma inventado. Para mí, viene de “garabato”, es como un mamarracho, algo sin estructura.
Ailu: Está bueno que vayan los artistas, para ver reflejado lo que ellos sienten y piensan, y también gente que no es artista, para que se de cuenta de que no todo es como cree, y se saque los prejuicios y pueda ver a los artistas con otra mirada.

E.C.M.: ¿Para qué público es la obra, en cuanto a edades?
Cami: Adolescentes y adultos, pero sin límites. En el siglo XXI, un nene de 11 años sabe de qué hablamos.
Ailu: Aparte, cada uno lo va a ver de una forma diferente.

E.C.M.: ¿Cómo reaccionaron sus amigos cuando se enteraron de que iba a actuar en una obra?
Cami: Mis amigas no lo pueden creer y me re agrandan. Me dicen: “Yo quiero tener tu vida”. Yo pienso “Me duele todo”. La mayoría estudia medicina.
Ailu: Mis amigas son del colegio, y me dicen “Vas a conocer a Peter Lanzani. Te va a llamar Cris Morena”. Pero ven que yo no duermo y voy al colegio con ojeras porque el día anterior tuve ensayo hasta tarde.
Cami: Van más a lo social; a la fama.

E.C.M.: ¿Cómo es trabajar con Ricky Pashkus y su equipo creativo?
Cami: Es un honor que el primer trabajo sea con ellos. Me demuestran humildad ante todo. Ofrecen todo y apuestan mucho a nosotros.
Ailu: No se quedan en que el artista ponga la pierna donde la tiene que poner, sino que se fijan en la persona. Ricky y Lean se interesan mucho por saber qué es de tu vida.
Cami: Son también muy sinceros. Van a marcarte responsabilidad, y la rigurosidad de un buen entrenamiento. Te van a acompañar en tus angustias, y decirte la verdad para que puedas crecer. Son padres educativos y padrinos del arte.
Ailu: Si un proyecto no te conviene, Ricky te aconseja. A lo mejor en el momento te lo tomás mal, ¡pero después te das cuenta de que tenía razón! Y después te da tu propio espacio.
Cami: Siempre se dice que representar es una doble presentación, donde se presenta al personaje y a uno mismo. Es muy difícil, y hay que buscar no sobreactuar, sino mostrar esta doble presentación.
Ailu: Siempre es difícil entrar en uno mismo y sacarlo. Es más fácil ver lo de afuera, y así se malinterpretan algunas cosas y se llega a conclusiones erradas como “El que va al psicólogo está loco”.

E.C.M.: ¿Y qué piensan de Gaby Goldman, que se hace tiempo para estar en prácticamente todos lados?
Ailu: Es un dios de la música.
Cami: No hay nada que él haga que puedas decir que es malo. Viene a los ensayos. Una vez agarró un teclado chiquito a pila, de nuestra directora vocal (como esos de juguete, para bebés), tocó el acorde de Casi Normales, y después tocó Esgarabal, marcando nota por nota lo que quería transmitir con esa canción. Se tomó el tiempo para hacer pistas nuevas y montar cosas, siendo que está en todos los musicales.

E.C.M.: ¿Cómo es Leandro Bassano como director?
Cami: Es un compañero.
Ailu: A veces dice que le cuesta ponerse en el papel de director, pero lo maneja rebien. Si uno está muy arriba, después nunca baja. Por eso me gusta su humildad.
Cami: Yo tuve problemas de salud el año pasado, y Leandro estuvo en todo (desde llamarme hasta ir a visitarme), junto con Fernanda [Martínez, la coah vocal], y lo mismo con otros dos chicos. Siempre te protegen y te educan, y te aconsejan en todo.
Ailu: Siempre preguntan “¿Te pasa algo? ¿Necesitás algo?”. Nosotros les decimos Papá Esgarabal y Mamá Esgarabal.
Cami: Esgarabal es como una familia y una escuela.
Ailu. Y todos aprendemos de todos.
Cami: Nos llevan a visitas con gente del ambiente y nos presentan. Si a mí me preguntaran “¿con quién querés debutar?”, yo diría “con ellos” sin dudarlo.
Ailu: El otro día con Maxi [Bartfeld, el productor] tuvimos una charla con Francisco Ruiz Barlett, Sofía González Gil y Stella Maris Faggiano, y nos contaron sus experiencias. Maxi realiza un trabajo muy humano. Cuida hasta el último detalle. Hasta nos recomienda que no tomemos alcohol.
Cami: También, tenemos vestuario de Pablo Battaglia, que es un lujo tremendo.
Ailu: Lo único que puedo hacer es agradecer.

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Elenco: Delfina Arrizabalaga, Juan José Araya, Rocío Caldés, Celeste Dondero, Vicky Goldstein, Luca Calaterra, Celeste Condoleo, Nicolás Di Pace, Federico Ferreyra, Ezequiel Giannoni, Ailén Kazakevich, Franco Rau, Anabella Reggi, Gala Schneider, Facundo Ullúa, Max Romero, Camila Martin, Jeremías Sapire y Triana Pena.
Dirección: Leandro Bassano
Libro: Ricky Pashkus
Letras: Gonzalo De María
Música: Gaby Goldman
Dirección Vocal: Fernanda Martínez Mina
Coreografía: Mariano Botindari, Lucila De Stéfano, Millie Michael, Diego Hodara, Leandro Bassano
Vestuario: Pablo Battaglia

Diseño de Luces: David Seldes

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