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miércoles, 2 de julio de 2014

Crítica de "WOOW", de Mariano Chiesa, Joaquín Bonet y Eduardo Frigerio

Categoría: MUSICAL INFANTIL

Crítica de WOOW

Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2014 (Teatro Metropolita Citi).

Nivel: 7.5 /8
(Faltan 2 obras para completar el grupo)
  
¿De qué se trata?: Conoceremos el edificio de Mariano, sus vecinos (la Sr. Gossip y Noriaam), sus amigos (Luchi y Chiko) y, sobre todo, su laboratorio secreto, donde prepara los juegos para su programa de televisión. Surgirá un problema inesperado, y todos participaremos para intentar solucionarlo. Un espectáculo con juegos y canciones.

El punto fuerte de la obra: el protagónico de Mariano Chiesa.

Hace algunas semanas iba en un auto y, de casualidad, escuché un fragmento de una entrevista radial que le estaban haciendo a Chiesa. En ella, habló de su vínculo con el público infantil y mencionaba su experiencia en un grupo de ‘infancia misionera’, que había sido un aprendizaje importante. Después de haberlo visto en el escenario, puedo asegurar que se nota la marca de aquella época. Creo haber mencionado anteriormente que fue la práctica de esa misma actividad la que me enseñó a relacionarme con los chicos y me abrió completamente el panorama. El mundo de los chicos es muy frágil, pero también muy receptivo. No es novedad que demandan un trato especial y afectuoso y que hay muchas cosas de las que hay que protegerlos. El hecho de que los padres “te confíen a sus hijos”, como dice Chiesa al final de la obra, es una responsabilidad enorme, y él cumple con creces.

Empecemos por el hecho de que no subestima a nadie (ni a los niños ni a los adultos). Lamentablemente, el mundo está lleno de animadores de cumpleaños que, por la forma en que tratan a los chicos, parecen creer que tienen una inteligencia menor a la de una jauría de perros. Y ni que hablar de los espectáculos infantiles promedio (más adelante voy a volver a hablar de ellos). Por suerte, Chiesa entiende que los pequeños están ávidos de algo nuevo e interesante, y quieren que los respeten como espectadores. Gracias a la dirección de Ariel del Mastro, que rompe constantemente la cuarta pared e involucra a la platea a lo largo de toda la obra, Chiesa puede fortalecer la conexión con ellos y los mantiene atentos. También ayuda el componente participativo: el público tiene paletas de colores para responder preguntas con opciones múltiples.

Por otra parte, Chiesa tiene carisma para dirigirse a los adultos. Así, por ejemplo, se ríe de sus equivocaciones o bromea sobre su uso del español neutro, que se le pega a los chicos (“Después se les pasa, ¿o ustedes entran al trabajo cantando ‘XU-XU-XU-XA-XA-XA’?”). Además, se permite algunos ‘guiños’, como la breve referencia a la AFIP y los dólares en pleno conflicto con los fondos buitre.

Otra decisión de Ariel del Mastro fue imprimirle algo del vertiginoso ritmo televisivo al show. Por supuesto, es un claro pariente del programa VelozMente, que Mariano conduce hace tres años por la pantalla de Discovery Kids. Los chicos agradecen encontrarse con él en carne y hueso, y le gritan desde sus butacas (o en la cara, cuando Chiesa baja del escenario). Algunos, inscriptos a través de la fanpage de Mariano en Facebook, suben al escenario a participar de juegos.

En definitiva, estamos frente a un espectáculo creativo, que es un adjetivo que el 96% de las obras infantiles parece desconocer (y esto, siendo generoso). Es más, a otro gran porcentaje de musicales para adultos les vendría muy bien ese espíritu imaginativo.
Luciano Levington es uno de los responsables de que WOOW sea un producto de tanta jerarquía. Estuvo encargado del diseño de juegos y de escenografía (con una ágil y divertida transición se pasa del departamento pop art de Mariano y la pulcra morada de la Sra. Gossip al colorido laboratorio de juegos). Hay una gran inversión, es cierto, pero también hubo un planteo escrupuloso.

El guión de Joaquín Bonet (que adapta una historia de Chiesa) es dinámico porque alterna el relato con los mencionados juegos y, por supuesto, con la música. El experimentado Eduardo Frigerio aporta sus melodías pegadizas para hacer bailar al público (“¿Quién dice que no puede haber un boliche en una obra para chicos?”, se pregunta Chiesa). Y, claro, nunca está de más reforzar las palabras “Gracias, por favor, permiso, perdón”.

El resto del elenco (Florencia Cappiello como Luchi, Mariela Passeri como la Sra. Gossip, Manuel Victoria como Chiko y Rafael Walger como el ruso Noriaam) adopta un registro caricaturesco, reforzado por el vestuario de Alejandra Robotti. Los chicos responden con risas ante las intervenciones de Chiko, un títere del estilo de los de Avenida Q (que Chiesa protagonizó), manejado por Manuel Victoria (que también estuvo en esa obra). De hecho, hay otra referencia a Avenida Q por medio de las cajas  de cartón que cantan.

Los personajes saltan al ritmo de las coreografías de Nina Iraolagoitia (nótese que el jopo de Chiesa, que sería la envidia de Silvio Soldán, permanece intacto). Las luces de Gaspar Potocnik los acompañan, y además participan de la referida transición escenográfica y ponen en primer plano el interior del edificio o su exterior, según corresponda.
El simpático video de Maxi Vecco utiliza la técnica stop motion e introduce rápidamente la historia y el espíritu de la obra.
Por último, este es un espectáculo que puede ser disfrutado tanto por chicos que están en jardín de infantes como por otros más grandes. Doy por descontado que los adultos van a agradecer haber ido a ver WOOW antes que los otros consabidos espectáculos infantiles a los que hacía referencia más arriba. Chiesa puede ir haciendo un espacio en su casa para el premio Hugo a la mejor actuación masculina en infantil.

Más información:
Dirección general: Ariel del Mastro
Dirección musical: Eduardo Frigerio
Asistente de dirección y Stage Manager: Pablo Drutman
Jefes técnicos: Esteban Glascher y Patricio Moore
Sound FX: José María Lassaga y Tomás Tyrrell
Electricista: Gustavo Sequeira
Operador de juegos y video: Darwin Flores
Prensa: Sandra Beerbrayer
Comunicación: Jimena Montaña y Agustina Cabo
Diseño gráfico: Francisco Capuzzi
Producción ejecutiva: Magalí Altman y Luciana López
Asistentes de producción: Lucas Touriño y Gabriel Asdourian
Producción general: MP Producciones; Ozono Producciones

Teatro: Metropolitan Citi (Av. Corrientes 1343)
Precio de las entradas: $150 a $250 (los menores de 2 años sólo abonan un seguro de $25)
Funciones: miércoles, sábado y domingo 15 hs. A partir del sáb. 19 de julio y durante las vacaciones de invierno: martes a jueves 15 hs.; viernes a domingo 15 hs. y 17 hs.
Entradas en venta en el teatro y a través de www.plateanet.com
Promoción: 25% de descuento con tarjeta Citi
Duración: 1 hora y 25 minutos


Me pareció oportuno terminar la nota con la foto que se ve a la derecha, en la que reproduzco el gesto WOOW y aparecen tanto el programa de mano de la obra como un CD de Xuxa que tengo hace bastantes años.

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